HOSPITAL FISCOMISIONAL

"DIVINA PROVIDENCIA" SAN LORENZO

FUNDADA EL 06 DE ENERO DE 1988

COMUNIDAD “DIVINA PROVIDENCIA”  –   SAN LORENZO

Esta comunidad está conformada por cinco Hermanas y a más de prestar nuestro servicio directo al pobre en el área de salud, realizamos visitas domiciliarias, catequesis y desarrollamos el Proyecto binacional de la Compañía “Fortalecimiento de capacidades de actores sociales para la prevención y protección de derechos de víctimas de violencia basada en género y de trata de personas. CONSTRUCTORES DE VIDA”.

OBJETIVOS INICIALES:

Atención de cuidado directo a los enfermos y Administración del Hospital Fiscomisional Divina Providencia.

OBJETIVOS ACTUALES:

Atención de salud en el Hospital Fiscomisional “Divina Providencia” y “Centro de Salud San Lorenzo Tipo C” y desarrollo del Proyecto “Fortalecimiento de capacidades de actores sociales para la prevención y protección de derechos de víctimas de violencia basada en género y de trata de personas. CONSTRUCTORES DE VIDA”

HISTORIA:

Las Hijas de la Caridad como respuesta a la solicitud de la Iglesia de Esmeraldas, llegan a San Lorenzo el 06 de enero de 1988, para responsabilizarse de la administración y de la asistencia a los enfermos del Hospital Divina Providencia.

El 1° de febrero de 1988 asumen la Administración del hospital.

El 9 de mayo, la Compañía en la persona de Sor Alba Arreaga como Visitadora Provincial y el Vicariato Apostólico de Esmeraldas con Mons. Enrique Bertolucci Misionero, suscribieron un Convenio mediante el cual nos  comprometemos a dar atención directa a los enfermos y administrar el Hospital Fiscomisional “Divina Providencia” de San Lorenzo. Su primera Hna. Ste. fue Sor Yolanda López acompañada de Sor Victoria Lozada, Sor Blanca Cárdenas, Sor Teresa Coronel, Sor Teresa Guamán y Sor Dolores Jumbo.

Durante la administración las Hermanas tienen dificultades de orden laboral con el Sindicato de trabajadores que también afecta a nivel nacional porque no aceptan hacer cambios y por eso las Hermanas tienen que trabajar de lunes a domingo y en turno hacer guardias por la noche a esto se suman las  dificultades de tipo financiero. Así el 3 de febrero de 1997 sucede un atentado al hospital, en el cual se quemaron todos los archivos de contabilidad y carpetas del personal del hospital, esto sin obtener ningún resultado de las investigaciones  y todo quedó sin sanciones;  cabe resaltar que a pesar de las dificultades, las Hermanas hacían los cambios y mejoras en diferentes áreas del hospital y  lograron entrar en el sistema del Ministerio de Salud para que los pobres sean mejor atendidos, en lo espiritual tenían libertad para las celebraciones eucarísticas y los sacramentos, es decir, servían y disfrutaban a plenitud de su vocación.

Las Hermanas continuaron con la administración del Hospital entre dificultades y logros hasta el 7 de diciembre del 2009, Sor Piedad Rojas escribe a Mons. Eugenio Arellano Vicario de Esmeraldas la decisión del Consejo  de la Comunidad, la renuncia irrevocable a continuar con la Administración del Hospital por los problemas que enfrenta y que demandan soluciones correctivas y urgentes que no están al alcance de nosotros, sino de las autoridades del a Ministerio de Salud Pública y del Vicariato, y no son resueltas a tiempo. Así las Hermanas podrán dedicarse al cuidado que corresponde a nuestra vocación y carisma de servicio directo a los enfermos.

Con la jubilación de las Hermanas actualmente solo se puede cubrir dos espacios de enfermería, una Hermana que trabaja en el Centro de Salud Tipo C y otra en el área de hospitalización del Hospital Divina Providencia.

NUESTRO COMPROMISO CON EL POBRE

Nuestro compromiso es,  acompañar a nuestros hermanos más vulnerables de los barrios de San Lorenzo, en atención a la salud, educación  y  prevención de la violencia basada en género y trata de personas.

Soñamos con ser una Comunidad que acompañe y aporte a la construcción de una sociedad de la paz, justicia y unidad en solidaridad con nuestros hermanos que sufren,  atendiéndoles  holísticamente con espíritu de humildad, sencillez y caridad.