Las Hijas de la Caridad ofrecemos servicios integrales de calidad y calidez a grupos poblacionales prioritarios principalmente: a las personas adultas mayores; niños, niñas y adolescentes privados de su medio familiar.
«Para ser verdaderas Hijas de la Caridad, hay que hacer lo que el Hijo de Dios hizo en la tierra.
¿Y qué es lo que hizo principalmente?… trabajó sin cesar por el prójimo, visitando y curando a los enfermos, instruyendo a los ignorantes para su salvación.
¡Qué felices sois, hijas mías, por haber sido llamadas a una condición tan agradable a Dios!…»(San Vicente).