Sant@s y Beat@s Vicentinos

Hermanas mártires de la revolución francesa

Beatas Vicentinas

Beatas Mártires de Arrás: María Magdalena Fontaine, María Francisca Lanel, Teresa Magdalena Fantou y Juana Gerard – 26 de junio

 

Estas cuatro Hijas de la Caridad, pertenecían a la comunidad de Arrás, conocidas como las mártires de Cambrai.

Murieron aguillotinadas víctimas de la Revolución francesa, el 26 de junio de 1794, por negarse a jurar la Constitución Civil del Clero, como tantos otros religiosos y laicos de su tiempo. La guillotina, en aquella época, se alzaba en Cambrai y el 25 de junio de 1794, se dio órdenes al director de la cárcel para que enviara rápidamente a las Hermanas a aquella ciudad. Llegaron el día 26, muy temprano y poco después se las condujo al cadalso. Antes de subir al mismo, Sor Magdalena Fontaine repitió lo que ya se había dicho varias veces: «seremos las últimas víctimas».

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Esta profecía, que movió a risa al Comisario Lebon, se cumplió al pie de la letra: fueron en Cambrai, las últimas víctimas. La muerte las sorprendió es pleno servicio a los pobres. Eran:

  •  María Magdalena Fontaine: Nacida el 22 de abril de 1723 en Etnepagny, es Hija de la Caridad  desde el 9 de julio de 1748
  • María Francisca Lanel: Nacida el 24 de agosto de 1745 en Eu, es Hija de la Caridad desde el 10 de abril de 1764.
  • Teresa Magdalena Fantou: Nacida el 27 de julio de 1747 en Miniac-Morvan ingresa en el Seminario de París el 28 de noviembre de 1771.
  • Juana Gerard: Nacida en Cimiéres el 23 de octubre de 1752, entra en la Compañía el 17 de septiembre de 1776.

Cuando comenzó la Revolución Francesa, en la casa de Arras, Francia, las Hijas de la Caridad se consagraban allí a la educación de las niñas pobres, visitas a domicilio y al cuidado de los enfermos. Atendían la farmacia, haciéndose famosas por la eficiencia con que preparaban las medicinas. La comunidad se componía de siete Hermanas. Sor Magdalena Fontaine era la superiora.

En Arras se instaló la guillotina en la plaza mayor y en tres semanas fueron 150 las personas decapitadas por negarse a hacer el juramento. El 15 de febrero de 1794 un decreto de prisión fue firmado contra ellas. En el tiempo pasado en la cárcel las Hermanas aportaron un mensaje de resignación alegre, de frases animosas, de rasgos edificantes, transmitiendo la palabra de Dios. Infundiendo valor con su presencia serena y atenta a las necesidades de los demás. De Sor Magdalena Fontaine se decía: “habla siempre como enviada de Dios y goza del don de consolar y reanimar los corazones abatidos” Sor Magdalena había predicho que ellas serían las últimas ejecutadas.

El 25 de junio las Hermanas son sacadas de la cárcel por la noche para ser entregadas al día siguiente al tribunal quien las condenó a muerte por negarse a prestar el juramento. Al escuchar la sentencia las Hermanas contestaron “¡Demos gracias a Dios!”.

En algunas “memorias de la revolución”, al referirse a la muerte de las Hermanas se destaca la adhesión a su religión, su negativa a jurar, su continua oración hasta el patíbulo, sus sentimientos heroicos de fe y amor a Dios”. El 14 de mayo de 1907 fueron declaradas por la Iglesia Venerables y el 13 de junio de 1920 se celebraron con toda solemnidad las fiestas de la beatificación de sor Magdalena Fontaine y sus compañeras.