Sant@s y Beat@s Vicentinos

SAN VICENTE DE PAÚL – 27 de Septiembre

SAN VICENTE DE PAÚL

Resumir la vida de un Gran Hombre es sumamente difícil, no obstante nos atrevemos a hacerla, porque estamos seguras de que la infinidad de limitaciones existentes en estos escritos no menguan en nada su grandeza ante Dios y ante los hombres.

“Vicente de Paúl nace en Pouy, cerca de Dax, en el sudoeste de Francia el 24 de abril de 1581. Tierra de cereales, de pastos y de pantanos. Sus padres se llaman Juan de Paúl y Beltrana de Moras. Son campesinos pobres, aunque no de los más pobres, pues poseen casa y algunas fanegas de tierra. (51 áreas). Es el tercero de seis hermanos: cuatro varones y dos mujeres.

Su formación humana y religiosa fue de ser la de los “buenos campesinos”, a quienes él alababa mucho en su vida, sin dejar de reconocer sus defectos. Su identidad campesina lo marcó siempre y en todas partes.

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Su padre quiso que Vicente estudiara. Primero porque era un muchacho despierto. Segundo: para que se promocionara, que diríamos hoy: en aquel entonces la carrera eclesiástica era casi el único camino de promoción social que se ofrecía al campesino y tercero: para que con el tiempo ayudara económicamente a la familia.

Vicente, como fácil solución comenzó a pensar en conseguir pronto un beneficio eclesiástico, para lo cual era necesario ordenarse de sacerdote, cuanto antes”[1], de esta manera:

  • “El 19 de septiembre de 1598 recibe el subdiaconado en Tarbes.
  • El 13 de septiembre de 1599 el Vicario General de Dax le otorga las Dimisoriales para su ordenación sacerdotal. Es ordenado sacerdote el 23 de septiembre de  1600”.

Dios no deja a Vicente en ninguna de las situaciones de su vida, y en ella va marcándose un encuentro definitivo con el Dios encarnado  en el ser humano.  Estaba seguro que Dios está en los ricos para compartir sus bienes y especialmente en el  Pobre para poder vivir el Evangelio de la Misericordia, de la Liberación y del Amor. Es así como se va haciendo camino.

  • “El 23 de agosto de 1617 organiza la primera “Cofradía de la Caridad”.
  • “El 17 de abril de 1625 funda la Congregación de la Misión (PP. Paúles)
  • “El 29 de noviembre junto con Luisa de Marillac funda la Compañía de las Hijas de la Caridad”.

Todo lo de Dios regresa a Dios, y es así como  “El 27 de septiembre de 1660 Vicente de Paúl,  muere en París, a las 04h45”.   Fue Beatificado por Benedicto XIII el 13 de Agosto de 1729 y canonizado por Clemente XII el 16 de mayo de 1737.

En 1885 el Papa León XIII  declara a Vicente de Paúl  Patrono de las obras de caridad”[2] Para este acontecimientos las Hijas de la Caridad ya llevaban 15 años de vivir en Ecuador, por lo que sensibles con tal acontecimientos el informativo gubernamental emite el artículo del  PATRONATO DE SAN VICENTE DE PAUL y no solo por las hermanas, sino por todos los ecuatorianos, para que conocieran al Padre de tan abnegadas hermanas que servían a los pobres en territorio ecuatoriano.

“PATRONATO DE SAN VICENTE DE PAÚL,  SOBRE TODAS LAS SOCIEDADES DE CARIDAD”.

En nuestra patria, donde las obras de caridad y beneficencia son tan numerosas, no pueden menos de leerse   con interés los documentos que a continuación insertamos, referentes al Patronato universal del apóstol de la caridad en los últimos tiempos, con que S.S. el Papa León XIII acaba de honrar a San Vicente de Paúl.

 

SAN VICENTE DE PAÚL

Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos.

(Universal)

Dos años  que la Sociedad de las Conferencias de San Vicente de Paúl, con ocasión del quincuagésimo año de su instalación en París, junto con los Reverendísimos Prelados de aquella diócesis, obtuvo que la autoridad apostólica declarase y erigiese a San Vicente de Paúl, especial Patrono en el cielo, de todas las sociedades de caridad vigentes en Francia y Germania, dependientes de algún modo  del mismo Santo, para mayor estímulo de muchas obras de caridad y aumento del culto a tan grave padre y maestro.

Extendido este decreto el año pasado a Irlanda, se acaba de solicitar por muchos señores Cardenales de Roma y casi todos los Obispos    y muchos  Prelados de las Órdenes Regulares, con humildes y expresivas preces al Sumo Pontífice, sea ampliado a todas las sociedades y obras de la misma clase en todo el orbe cristiano.  Benignamente recibidos por Su Santidad, fueron remitidos a la Sagrada Congregación de Ritos para su dictamen.

La Sagrada Congregación, en sus sesiones ordinarias del 28 de marzo de este año en el Vaticano, siendo relator el Señor Cardenal Carlos Laurenzi, auditor, el R. P. D. a favor de la solicitud.

Dando cuenta de todo esto al Santísimo Padre, Su Santidad se dignó confirmar y aprobar en todo ese parecer, y en consecuencia, declaró y nombró a San Vicente de Paúl  peculiar Patrono ante Dios de todas las Sociedades de Caridad existentes en todo el orbe Católico y que emanan de él en cualquier manera, con todos los honores correspondientes a los Patronos celestiales y mandó expedir las letras apostólicas relativas.

 

LEÓN PAPA XIII  PARA PERPETUAR MEMORIA

Habiendo dado Nuestro Señor Jesucristo muchos preceptos al género humano, por cuyo medio pudiese marchar rectamente, jamás descuidó de dar y recomendar el de amar cada uno a su prójimo como a sí mismo. Siendo El mismo la caridad, enseñó que esta virtud es como el fundamento en que se apoya y consiste toda la ley, y una nota que distingue los verdaderos cristianos de los demás. No es, pues, extraño que esta esclarecida virtud, que parece nació más para los otros   que para sí, y que es fuente y fomento de las demás virtudes, reinará principalmente en aquellos que, siguiendo los pasos del Divino Maestro, procuraron conseguir el conjunto y perfección de todas las virtudes.

Entre estos admirablemente sobresalió al término del siglo XVI Vicente de Paúl, aquel grande e inmortal modelo de caridad cristiana que aventajó sobremanera en la estimación de esta virtud. No hubo género alguno de afecciones que no atendiese su admirable caridad, ningún trabajo para bien y comodidad de sus prójimos que no tomase espontáneamente. Ni se agotó tal fuente de salud después de su muerte, sino que corrió más abundante y copiosa por varios arroyuelos  en la Iglesia de Dios.

Este santísimo varón no solo se consagró a esta virtud por sí mismo, sino que llamó a muchos a su imitación; a los unos congregó en vida común y religiosa, y a los otros en piadosos sociedades   con sapientísimas leyes, dadas por él.  Cuán grandes sean los beneficios que diariamente recibe de ellos la sociedad, fácilmente se puede deducir de la propagación de estas congregaciones de ambos sexos por todo el mundo, aun antes de dos siglos de su fundación y de la admiración de que son objeto por doquiera.

Nadie ignora que los discípulos de Vicente están prontos para socorrer a todos los desgraciados, para asistir a los enfermos en los hospitales; por todas partes se les encuentra: en las cárceles, en las escuelas y hasta en los campos de batalla, ejerciendo una doble caridad, corporal y espiritual. Por esto que los Romanos Pontífices nuestros predecesores, siempre han estimado y acogido con una benevolencia especial a las congregaciones y asociaciones de San Vicente de Paúl, lo mismo que a las demás sociedades de caridad, que sin llevar su nombre le son, sin embargo, deudoras de su origen.                 

Nosotros, siguiendo su ejemplo, y deseando que todas estas sociedades se impregnasen cada vez más del espíritu de su fundador y padre, y habiendo sido solicitados por nuestros venerables hermanos los obispos de Francia, declaramos y hacemos  a San Vicente de Paúl patrono celeste de las mencionadas asociaciones existentes en Francia. Este decreto fue extendido el año pasado a la diócesis de Irlanda, para conformarnos a los piadosos deseos de sus prelados.

Últimamente, un gran número de cardenales de la santa Iglesia Romana y de obispos de casi todas las partes del mundo, lo mismo que de superiores generales de las congregaciones religiosas, Nos han pedido que extendiésemos este decreto a todos los países del orbe cristiano, donde hayan sociedades y obras de esta naturaleza. Nos, después de haber oído el parecer de los cardenales de la Santa Congregación de Ritos de la Iglesia Romana, hemos resuelto acoger favorablemente estas piadosas solicitudes.      Por esto, a fin de contribuir al bien de la Iglesia universal, al aumento de la gloria de Dios y a reanimar en todos los corazones el celo y la caridad hacia el prójimo, Nos, en mérito de nuestra autoridad apostólica, declaramos e instituimos, por estas letras, a San Vicente de Paúl, Patrón especial cerca de Dios, de todas las asociaciones de caridad que existen en el orbe católico, y que de cualquier modo provengan de él, y queremos que se le tributen todos los honores que son debidos a los patronos celestiales. Dado en Roma, cerca de San Pedro bajo el anillo del pescador, el 12 de mayo de 1885, año octavo de nuestro Pontificado.

 

[1] Vicente de Paúl, Biografía y Espiritualidad.- Vicente de Dios, CM., Colección Familia Vicenciana.

[2] Vicente de Paúl, defensor de los Pobres.- Revista imágenes de la fe, N°195