Sor ISABEL MARÍA HERRERA VALVERDE
Vida Ejemplar Vicentina
¡Sor Josefita!, su nombre de pila: Isabel María Herrera Valverde, nace en Quito, el 23 de Agosto de 1888, hija de Melchor Herrera y de Dña. Micaela Valverde.Ingres a la comunidad el 10 de marzo de 1909 y fallece el 15 de Julio de 1984.¿Quién no la recuerda? Fácilmente viene a nuestra memoria la imagen serena, dulce de Sor Josefita, en la ropería, pendiente de todo.
La mayor parte de su ser de Hija de la Caridad sirvió en el área de salud, por mucho tiempo Hermana Sirviente, y creo que las Hermanas eran muy felices, Sor Josefita, persona muy respetuosa y servicial, cuan fácil era mirar en ella el espíritu de caridad que tenía para con todas.
Recuerdo cuando era Hermana de Seminario, tenía bajo mi responsabilidad el oficio del comedor, pude experimentar su cercanía, su ayuda, pese a su edad llevaba la canasta de servilletas, sin esperar a que vayamos a retirarlas, nos facilitaba el trabajo y lo hacía con una gran sonrisa. “No se preocupen, ya están aquí” (las 2 canastas de servilletas, que en ese tiempo éramos muy numerosas y cada persona usaba 2 servilletas – el famoso muchacho y la servilleta).
Hablando de Sor Josefita con una Hermana, dijo: admiré tanto en ella su manera de ser, pese a la edad, la veía bajar a la comunidad a ver las novelas, era capaz de hacer algo que era imposible en ese tiempo. Siempre el Santo Rosario en sus manos, a las colaboradoras de la ropería, solía hacerles rezar el Santo Rosario. Sor Josefita habla con el silencio, era cercana en espíritu, y muy sencilla.Mujer de una intensa vida espiritual, de oración profunda, piadosa, con una fe inquebrantable, amante de la Santísima Virgen.
Cuando se lee aquello que las Hermanas han expresado de Sor Josefita, es maravilloso confirmarlo, claro no es todo lo que se podría decir; sin embargo, creo que es extraordinario, porque nos demuestra aquello que el Papa Francisco dice: que “la santidad está en la puerta de alado”, y efectivamente estaba a nuestro lado, que bien dicen las Hermanas, Sor Josefita era: bondadosa, delicada, amable, alegre, acogedora, le gustaba pasar desapercibida, muy respetuosa, servicial, entregada a los pobres y a las Hermanas. Sus actitudes en el servicio llevaban fácilmente a concluir que en el otro veía al mismo Cristo y les servía como tal.¡Sor Josefita! ¡RUEGUA POR NOSOTRAS!