Sor Elena Palacios
Vida Ejemplar Vicentina
Sor Elenita, su nombre de bautismo, Clotilde Palacios Poveda, oriunda de Quisapincha – Tungurahua, nace un 21 de Noviembre de 1893. Es hija de Vidal Palacios, y Ercilia Poveda. Ingresa el 6 de mayo de 1914, su postulantado lo realizó en el Hospicio San Lázaro de Quito. Es enviada a misión en Abril de 1915, realiza sus primeros votos el 24 de mayo de 1919.
Hablar de Sor Elenita Palacios, es hablar de la Hija de la Caridad virtuosa, atenta, humilde, sacrificada, alegre, bondadosa con todos, mujer que comprendía el valor de las cosas pequeñas. Hablar de Sor Elenita, es recordar a la hermana que amó mucho su vocación, que vivió profundamente su entrega total a Dios desde la humildad, la sencillez y la caridad. Tanta virtud, de seguro es producto de su intensa vida espiritual, siempre orante, con una piedad sólida, eucarística y mariana. Solía manifestar que siente gusto proclamar la Liturgia de las Horas y los ejercicios de piedad, siempre estaba primera en la capilla.
Cercana a las Hermanas, atenta a sus necesidades. Constantemente animaba a las Hermanas jóvenes a amar su vocación, su sencillez y simplicidad permitía que todas se acerquen fácilmente. En lo referente al servicio de los pobres, se dice que siempre estuvo presta a sus necesidades, en particular se dedicaba con mucho amor a servir a los enfermos con tuberculosis, prefería hacer este servicio. Su trato al pobre era muy fino, delicado, muy bondadosa. Sacrificada y abnegada, tal como lo era en comunidad. Su servicio fue íntegro, siempre cuido del cuerpo y del espíritu, preparaba a los pobres para que recibieran los sacramentos, e impulso el amor a la Santísima Virgen con el rezo del Santo Rosario. Querida Sor Elenita, gracias por su entrega generosa y testimonial, desde el cielo interceda por cada Hermana de la Provincia y por los pobres, que cada día alcancen sus sueños y recuperen sus derechos. FOTOGRAFIAS y RECUERDOS PERSONALES