Sor Maura, (de seguro conocida para nosotras), como la Hermana sencilla, bondadosa, sincera, alegre, servicial, trabajadora, responsable, inteligente, reflexiva, prudente. Era fácil descubrir cuan intensa era su unión con Dios, sus liturgias preparadas con fervor y dedicación, su amor a la Virgen María, solía decir que era su madre y amiga, muy amante de la Eucaristía. Esta riqueza espiritual la llevaba a vivir una vida fraterna abierta, comunicativa, atenta a las necesidades de las Hermanas, muy generosa en el perdón, y descomplicada, que fácil era compartir con Sor Maura, las hermanas tranquilamente podían manifestar sus opiniones, sin temor ni recelo alguno. Qué decir del servicio a los pobres realizado por Sor Maura, pese a que le gustaba el trabajo con los niños, la Divina Providencia la enrumbó al área de salud, a servir a los enfermos, pero en todos los servicios que prestó, siempre se entregó con todo su ser, respetuosa de los pobres y cariñosa con ellos, siempre estuvo abierta para escucharlos, fue tolerante y paciente. Gracias querida Sor Maura por tu vida testimonial, desde el cielo, alcánzanos del Señor, buenas vocaciones para la Provincia, y vela por nuestra querida Provincia. FOTOGRAFIAS – RECUERDOS PERSONALES.- Agradecemos al Pbro. Juan Lalangui, (Hermano de Sor Maura), por proporcionarnos estas fotografías.