El Domingo 23 de Mayo, día de Pentecostés, nos regaló noticias de Sor María Arévalo, que está en Venezuela casi 30 años.
Hace unos dos años atrás, cuando le pedimos que se quedara, supo responder, «Muchas gracias, pero ahora que Venezuela atraviesa por situaciones difíciles, no puedo abandonarla. Venezuela me abrió las puertas en tiempos buenos. Hoy creo que debo quedarme»
Gracias Sor María por compartirnos tus nuevas experiencias en el Estado Lara, y en el área de Educación, pedimos que el Señor y Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, te acompañen , también bendigan a todas las Hermanas que viven y sirven a Cristo en los pobres, en ese lindo lugar como es Venezuela.
Pedimos que el Señor conceda nuevos tiempos para Venezuela a favor de los más pobres y todos sus habitantes.
Que PENTECOSTES mantenga su fuerza viva y RENUEVE LA FAZ DE LA TIERRA, ESPECIALMENTE DE VENEZUELA.
Unidas en oración.